Se supone que mientras más se moderniza un Estado es más seguro, pero resulta que mientras más se desarrolla la sociedad ecuatoriana más inseguridad hay. Lo que ocurre es que se ha perdido el valor de la solidaridad y ha ganado el individualismo.

Aquí nunca terminaremos con la delincuencia mientras los grupos pudientes piensen que es cosa de armar a la Policía. Ese no es el camino porque lo único que se está logrando es fomentar la violencia, aumentar la represión y atacar los efectos. El problema debe ser atacado desde la raíz.

El nuevo Gobierno lo primero que debería hacer es un gran estudio para determinar las causas que generan, fundamentalmente, la delincuencia y va a encontrar que es la falta de empleo, la inequidad en el reparto de la riqueza...

Eso quiere decir que si queremos disminuir la delincuencia, tiene que haber la posibilidad de que la gente encuentre trabajo. Luego está el sistema de valores. Cómo se mantiene un valor de no robar, de no coger lo ajeno, si el sujeto tiene un problema económico que no le permite satisfacer la necesidad de comida de sus hijos.

Por ello, hay que involucrar a la sociedad ecuatoriana en la discusión de este problema. Me parece bien la creación de una Subsecretaría de Seguridad Ciudadana, para que exista un responsable, pero a quiénes convoca para hablar del tema: a la Policía, a los militares, a las cámaras, que representan los interes de los pudientes.

La Subsecretaría tiene que ser transformada en un ministerio, que escoja a las personas apropiadas, que discuta políticas, porque no todas las ciudades son iguales. Cada provincia debe tener su propio estudio, su prioridad sobre seguridad, pero deben discutirlo todos; no solo los sectores productivos porque representan solo los intereses de unos cuantos.